La tensión geopolítica en torno al largo conflicto nuclear entre Irán y las demás potencias nucleares, especialmente las occidentales, entra en un nuevo capítulo, el de las declaraciones amenazadoras respecto al estrecho de Ormuz por parte de las autoridades iraníes.
El jefe de la armada iraní, Habibollah Sayyari dijo ayer que para los iraníes “cerrar el estrecho de Ormuz es realmente fácil”. Por su parte el vicepresidente Mohammad Reza Rahimi dijo que Irán prohibiría los envíos de petróleo a través del estrecho si se impusiesen sanciones a sus exportaciones de petróleo.
El ministro de exteriores francés pidió a Irán que respete las leyes internacionales y que se abstenga de bloquear el estrecho de Ormuz. Otros países de la zona tienen intereses divergentes de los iraníes, como es el caso de Arabia Saudita, cuyo ministro del petróleo dejó claro que en caso de que se produzca un bloqueo “estarían listos para compensar la pérdida de petróleo iraní en el mercado mundial”. El ministerio de exteriores británico señaló que Teherán estaba intentando desviar la atención respecto de su programa nuclear con estas amenazas, que calificó de “retóricas”.
Se da la circunstancia de que el año pasado entró en funcionamiento un nuevo oleoducto que va desde Abu Dabi hasta Fujairah, evitando el estrecho de Ormuz, pero la capacidad de este oleoducto es de 1,5 millones de barriles diarios (mbd), mientras que la el tránsito diario por el estrecho (en 2006) era de 13,4 mbd, equivalente al 16% de todo el suministro mundial. Por tanto, excepto quizás para Abu Dabi, el estrecho mantiene intacta su importancia estratégica.
De bloquearse el paso en el estrecho de Ormuz la totalidad del mercado del petróleo se vería afectada, pero especialmente las importaciones chinas e indias, pues estas pasan en su gran mayoría por Ormuz.
El estrecho de Ormuz nunca ha estado cerrado totalmente para las exportaciones de petróleo, aunque si se produjeron ataques a los petroleros durante la guerra entre Irán e Irak en el periódo entre 1980 y 1988. Además del oleoducto mencionado, de poca capacidad, entre Abu Dabi y Fujairah, se ha propuesto la llamada Trans-Gulf Strategic Pipeline, un oleoducto que empezaría en Kuwait, atravesaría Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos y acabaría en Oman, Yemen o incluso en Fujairah. Este oleducto transportaría unos 5 mbd pero aún está en una fase muy temprana, sin ni siquiera un recorrido confirmado (la última vez que se habló de este oleoducto fue en 2007, y por ejemplo el papel de Irak sigue siendo una incógnita en su diseño).
En lo tocante a los precios, los “mercados” actúan como siempre, aprovechando cualquier noticia para subir o bajar, no en vano los titulares han cambiado en cuestión de horas desde el “Oil Trades Near Six-Week High on Iran Threat to Strait of Hormuz Shipping” al “Oil Declines From Six-Week High as Iranian Threat to Hormuz Supply Eases”, dicho de otra manera, después de seis semanas de subidas sin interrupción, los futuros bajaron un 0,7%.
Muy posiblemente el Foreing Office tenga razón y los iraníes simplemente estén tirando de repertorio en este caso, no en vano en los propios foros de Crisis Energética los tambores de guerra contra Irán suenan ya desde el año 2006 sin que se haya disparado un solo tiro. Y no es que en la zona no haya tensión ni peligro de un enfrentamiento, pero de momento parece que los actores implicados no parecen dispuestos a ir más allá de las provocaciones y las presiones institucionales. Posiblemente es el propio estrecho de Ormuz y el tráfico de petróleo el que mantiene a ambos bandos con el seguro de sus armas aún puesto.
Fuente: Crisis Energética. Diciembre 2011.
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